El Consejo de los Mudrik

Los Mudrik (o sabios) son una piedra fundamental de la sociedad elmeriana. Respetados y temidos son los que garantizan la unión con los Antiguos y su conocimiento. Gracias a ellos se conoce, aunque poco, la historia que engarza a este pueblo con "los que se fueron" y desvela los secretos del mundo antiguo para mayor gloria del imperio.
La vida de un Mudrik ha sido consagrada a la búsqueda, meta final del pueblo Elmer para llegar a ser tan grandes como "Aquellos que se fueron". Por el camino estudian todas las ramas del saber, desentierran viejos artefactos del "Mundo que ya no es" y se inician en los caminos del poder de los antiguos, todo ello poniéndolo al servicio de la sociedad elmer.
Aunque tradicionalmente fue el órgano que decidía sobre el destino de la comunidad y nombraba a los Dómine, durante cerca de 800 años quedaron relegados a las sombras muy ocupados con sus estudios y disciplinas hasta hace 200 años, cuando los augurios les llevaron a meterse nuevamente en política. Siempre pragmáticos, pero también enigmáticos, llevaron a imponer una serie de Dómines de fácil tutelaje y de voluntad débil para acelerar la búsqueda del conocimiento final.
Por supuesto, no todo el consejo es homogéneo en sus métodos y enfoques. Tradicionalmente siempre ha tenido un papel predominante los continuistas (herederos de una tradición de más de 1.000 años) los cuales contemplan la búsqueda como la suma de todos los conocimientos de la Antigüedad y solo el dominio de todos los campos del saber llevará al conocimiento absoluto: "la última verdad". Los radicales, siempre presentes, y siempre temidos, abogan por el atajo al absoluto, que efectivamente podrá traer peligros (como lo ocurrido en la ciudad de Om), pero también traerá un inconmensurable poder. Por su parte, la rama hedonista (de muy reciente aparición) parece haberse impregnado de la melancolía y tristeza de los últimos tiempos y ponen su poderes y saberes al servicio del deleite terrenal aspirando en su búsqueda a la absoluta y mayor indiferencia por este plano.
La mayor parte del conocimiento de los sabios proviene del mundo Antiguo y de la experimentación por parte de los radicales principalmente. Aunque puestos al servicio del imperio, gran parte del conocimiento es alto secreto incluso en ocasiones entre los propios Mudrik.
Bien es cierto que algunos campos genéricos son extrapolados a toda la sociedad (e incluso se inculcan a todos desde la infancia) otros quedan prohibido su saber y prácticas a unas pocos elmerianos. Qué y cómo se estudia, y qué o cómo se comparte es estrictamente debatido y controlado por los Mudrik y sus complejos y numerosos círculos de debates.
Uno de los mayores secretos sobre el conocimiento atesorado por estos sabios es el relativo a las piedras de poder, que si no las crearon los Antiguos, al menos las utilizaban habitualmente. Estas escasas y valiosas piedras-cristal son las que parecen canalizar la magia hacia el plano material, plasmando físicamente los deseos del hechicero que las usa. Ciertos factores como el tamaño o brillo determinan el poder y límite de la magia que pueden llegar a desatar. Todo ello, por supuesto con un componente esencial en la fórmula, un elmer de pura sangre adecuadamente instruido en estas peligrosas sendas. Las habladurías acerca de bastardos o mezclas con los aquila que pueden manejar estos poderes son rápidamente descartadas y silenciadas.
