La ciudad del lago
— CAER BADEN —
La ciudadela elmer se encuentra construida en una isla en el centro del lago de Ilin Ain. Enormes y gruesos muros de piedra se levantan verticalmente por muchos metros, en una arquitectura repleta de arcos, de nervios y huecos que parecen desafiar la gravedad. Todo ello profusamente decorado con tallas muy realistas que narran historias ajenas a los kellar que no llegan a comprender.
Las calles pavimentadas sellan, lo que aseguran muchos, otra ciudad subterránea peligrosa y repleta de secretos elmer.
— ERYR —
La última ciudad del imperio
La última ciudad del dominado en las tierras salvajes al norte es una ciudad de cerca 400 viviendas con una vitalidad característica de las poblaciones fronterizas.
Hecha de madera, barro y paja, solo dos edificaciones destacan sobre el resto, el salón de los escudos (actual sede del jarl Caleddin) y la iglesia unicista, construida recientemente con bastos bloques de piedra.
Una empalizada rodea el núcleo principal de la urbe y mantiene a las alimañas y peligros alejados de sus habitantes.
— LA OLLA DE YESTAFELL —
La morada del demonio
Técnicamente fuera de las fronteras del Imperio, muy cercana a Gwynt, ahonda en la tierra la morada de Yestafell. Cuenta la leyenda que el demonio, expulsado del sur por sus hermanos, se instaló en las profundidades de esta zona para curarse de sus heridas e inició un largo letargo. El calor de su cuerpo es la que produce fumarolas y caldea las aguas superficiales que arrojan un fétido olor al ambiente.
Pocos saben que bajo el subsuelo y las superficiales galerías de los primeros hombres se abren los misteriosos salones de los Antiguos, repletos de peligros, enigmas y tesoros de un tiempo anterior a la historia.
- BOSQUE DE WIEHELL -
El bosque encantado
Un modesto y viejo bosque de pinos y hayas el cual crece en la orilla norte del lago Ilin Ain. Las leyendas hablan que en su profundo corazón fue el hogar de una poderosa bruja hace ya muchos siglos. Aunque muchos no creen en esas historias, nadie se atreve a adentrarse mucho en él y menos desde que adviniera la Larga Noche.
Ruidos extraños, frías sensaciones en la nuca, talismanes de bruja en los árboles, triste música flotando en el aire y fuegos fatuos son suficiente para que nadie se adentre demasiado. Mas recientemente, se está alimentando todo tipo de historias sobre desapariciones y extraños sucesos mas allá de sus lindes naturales.